Ciudad de México., 17 de enero de 2019.- El Ejército mexicano tiene focalizado que el mayor número de tomas clandestinas para el robo de combustible se ubica en 40 municipios del país.
El problema más grave está en León, Salamanca, Irapuato, Pénjamo y Silao, en Guanajuato; en Altamira, González y Tierra Blanca, en Tamaulipas; en Cuitzeo, en Michoacán, y en Tlajomulco de Zúñiga, en Jalisco.
Un reporte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) con fecha del 7 de enero, señala que al cierre de 2018, los soldados dieron cuenta de 6 mil 333 piquetes a ductos de Pemex.
El Ejército tiene focalizada la ordeña en 40 municipios de Tamaulipas, Guanajuato, Baja California, Sinaloa, Jalisco, Veracruz, Hidalgo, Edomex, Tlaxcala, Puebla, Morelos y Michoacán.
El Ejército apoya a Petróleos Mexicanos (Pemex) desde el sexenio de Vicente Fox Quesada en el combate al robo de combustible, no obstante, desde 2012 con los convenios de seguridad con la empresa, los soldados comenzaron a contabilizar estos hallazgos.
Hasta el cierre de 2018, Guanajuato lideró la ordeña al poliducto de Salamanca-Tula, principalmente en los tramos que atraviesan Irapuato, Salamanca, Pénjamo y León, donde la violencia reportó los picos más altos de la entidad.
En Jalisco repuntan los municipios de Zapotlanejo y Tlajomulco.
En ambos estados los ductos de Salamanca-León y Salamanca-Jalisco, con poliductos de 16 pulgadas y con una operación de 23 mil y 80 mil barriles al día, son constantemente saboteados por los huachicoleros.
Axapusco y Otumba en el Estado de México, pasaron a ser focos rojos: en el primero el Ejército detectó dos tomas clandestinas en 2015 y 120 en 2018 y el segundo fue de tres tomas ilegales a 139 puntos de ordeña.
En Hidalgo, Cuautepec se disparó a 233 tomas clandestinas en 2018, cuando en 2015 el Ejército reportaba tres piquetes a ductos, mientras que Tlajomulco, en Jalisco, pasó de 12 tomas clandestinas en 2015 a 157 en 2018.
Michoacán, comenzó a resentir la ordeña en Cuitzeo, que cerró 2018 con 512 tomas clandestinas localizadas por las tropas militares. Copándaro y Tarímbaro, que no existían en el mapa del huachicol, reportaron 177 y 176, respectivamente.
Morelos, en especial el Municipio de Huitzilac, pasó de una toma clandestina en 2015, cero en 2016 a 128 en 2017. El año pasado registró 83 debido a las operaciones militares, lo que llevó a los huachicoleros a voltear hacia Cuernavaca.
De la noche a la mañana varios municipios de Puebla comenzaron a repuntar en la ordeña a ductos, como San Martín Texmelucan, que pasó de dos tomas clandestinas localizadas por soldados en 2015 a 228 en 2018.
En Sinaloa, azotado por los huachicoleros en 2015, principalmente en Culiacán y Mocorito, ahora se centraron en el tramo del Municipio de Salvador Alvarado, que subió de tres tomas clandestinas en ese año a 81 en 2018.
Con información de Reforma