Martes 10 de Septiembre de 2024.- El Gobierno de México ha dado el banderazo de salida a una venta de bonos por 1.490 millones de dólares para pagar las plantas eléctricas que compró a la española Iberdrola, en febrero pasado. La Administración de López Obrador emitió la oferta de bonos en dólares, con un rendimiento del 7,25% y con vencimiento para enero de 2041. Parte de los fondos se utilizarán para pagar un préstamo puente que ayudó a financiar la compra de las 13 plantas de energía que la compañía española tenía en el país. Además, los recursos se utilizarán para financiar reservas y financiar capital de trabajo, así como para pagar los costos de la transacción. En total, en febrero pasado el Gobierno desembolsó 6.200 millones de dólares para adquirir el paquete eléctrico a Iberdrola: 12 plantas de ciclo combinado y un parque eólico. En su evaluación, las principales calificadoras apuntan que dichos bonos estarán respaldados por los ingresos generados por las mismas generadoras eléctricas y ventas de electricidad en el mercado spot.
La emisión de bonos ha sido calificada con grado de inversión por S&P Global, Moodys y Fitch Ratings. Las agencias calificadoras han dado el visto bueno a los valores emitidos por Fiemex, un vehículo privado diseñado por el Gobierno de México, dado el sólido respaldo que este paquete de activos tiene de parte de la Administración actual. Las calificadoras coinciden en que las 13 plantas son activos estratégicos para conseguir que la paraestatal eléctrica, la Comisión Federal de Electricidad —administradora de las factorías— pueda alcanzar la meta de generar el 54% de la electricidad en el país. Aunque se ha solicitado información adicional a la Secretaría de Hacienda, declinaron a hacer más comentarios sobre la transacción. La venta de los bonos llega en un momento de presión política para los mercados mexicanos debido al avance de la reforma al Poder Judicial, con un peso cotizando por encima de las 20 unidades por dólar y la Bolsa Mexicana de Valores con un retroceso del 10% en lo que va del año.
A inicios de septiembre pasado, S&P Global Ratings asignó su calificación preliminar ‘BBB’ a la emisión propuesta de Fiemex. “La perspectiva estable de los bonos refleja la de México. Además, refleja nuestra expectativa de que el proyecto generará flujos de efectivo estables y predecibles en los próximos 12 a 24 meses. Esperamos que la emisión sea de notas totalmente amortizables con vencimiento final en 2041, con pagos de cupones a tasa fija”, refirió la calificadora. En contraparte, Moodys añade que su calificación refleja la amplia cartera diversificada de activos de generación de energía con más de 8,5 gigawatts de capacidad, equivalente al 10% de la capacidad instalada del país. “Consideramos que el Gobierno es una fortaleza crediticia clave”, zanja la calificadora en su evaluación preliminar.
Moody’s, advierte de que la antigüedad relativamente avanzada de los activos es un desafío crediticio. “Para mantener y extender la vida útil de los activos, la cartera requerirá inversiones de capital relevantes de hasta 1.000 millones de dólares durante la vida de la transacción, y en particular en la parte posterior de la transacción. Fiemex también enfrenta exposición a la volatilidad de las tasas de interés, ya que el 30% del monto nocional del préstamo permanecerá sin cobertura. El 70% del monto nocional está cubierto hasta el vencimiento”, menciona.
Los bonos serán emitidos por Fideicomiso de Inversión en Energía México (Fiemex), un vehículo del sector privado estructurado por el Gobierno de México. Barclays, BBVA, Santander y SMBC Nikko, los bancos que emitieron el préstamo puente, están actuando como colocadores. En esta venta, el contrato de emisión y los pagarés se regirán por la ley de Nueva York, mientras que otros documentos colaterales se regirán por las leyes de México, de acuerdo con la agencia Bloomberg.
El lanzamiento de este bono sigue en línea a los 852 millones de dólares que el Gobierno obtuvo de las Afores para completar parte del pago por las 13 plantas a Iberdrola, en agosto pasado. Los fondos de pensiones se comprometieron a una colocación de certificados de capital privado para financiar parte de la millonaria transacción.
En febrero de 2024, el Gobierno de López Obrador adquirió el portafolio por 6.200 millones de dólares a través de un esquema mixto de financiamiento e inversión público-privado. En un inicio, el Gobierno federal aportó el 100% del capital de adquisición a través del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin), pero, eventualmente, Fonadin lo venderá parcialmente para poseer no más del 51% de la cartera. La transacción tiene una estructura protegida, ya que el emisor será el fideicomiso creado para la adquisición de los activos. Con esta transacción, Iberdrola se deshizo del 55% de su negocio en la segunda economía latinoamericana y, en contraparte, la Administración federal tomó el control de los activos para sumarlos al parqué eléctrico de la CFE.