17 DE SEPTIEMBRE DE 2024.- La misión de la ONU que examina la situación de Venezuela ha acusado al Gobierno de Nicolás Maduro de sumir al país en un “clima de temor”, que ha calificado como “una de las crisis de Derechos Humanos más graves de la historia reciente”.
La instancia creada por el Consejo de Derechos Humanos para hacer un seguimiento y documentar las violaciones de los derechos fundamentales en el país latinoamericano ha presentado este martes su último informe en una rueda de prensa, en la que ha confirmado que los abusos se han intensificado desde las elecciones presidenciales del 28 de julio con el fin de “silenciar cualquier crítica y duda” de que el presidente Nicolás Maduro fue el ganador.
En el periodo previo a esas elecciones, entre diciembre de 2023 y marzo de 2024, al menos 48 personas fueron detenidas por supuestos complots contra el Gobierno y sólo en julio de este año más de 120 personas quedaron bajo custodia en el contexto de la campaña electoral de la oposición.
Tras los comicios, las autoridades efectuaron más de 2200 detenciones en pocas semanas, lo que supuso, según la ONU, la confirmación de que todo el sistema judicial, con el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) a la cabeza, “está claramente subordinado a los intereses del poder ejecutivo y sirve como un instrumento clave en su plan para reprimir todas las formas de oposición política y social”, siempre según el informe.
La Misión ha documentado, además, 25 muertes durante las protestas, la mayoría de jóvenes menores de 30 años.
La presidenta de la Misión de Determinación de los Hechos, Marta Baliñas, ha denunciado “una intensificación del aparato represivo”, pese a los “múltiples” llamamientos lanzados desde dentro de Venezuela y también por parte de la comunidad internacional.