La presidenta de Perú, Dina Boluarte, afirmó que su país afrontó “una triste jornada de violencia” y reiteró su “invocación a la paz”, tras la muerte de nueve personas en el primer día del estado de emergencia decretado a nivel nacional.
“Condolencias”, señaló una imagen publicada junto a un crespón negro por la jefa de Estado en su cuenta de Twitter.
La imagen fue acompañada con un mensaje en el que Boluarte se refirió a los graves enfrentamientos que se produjeron en la región sureña de Ayacucho, donde manifestantes intentaron tomar el aeropuerto, lo que generó enfrentamientos con miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
“Lloramos el llanto de las madres en Ayacucho y sufrimos el dolor de las familias en todo el país”, sostuvo la gobernante antes de agregar que “en una triste jornada de violencia, nuevamente lamentamos la muerte de peruanos”.
Boluarte envió sus “profundas condolencias a los deudos” de las víctimas y reiteró su “invocación a la paz”, antes de etiquetar su publicación con las frases “#PerúUnido #PerúEnPaz”.
Un total de 17 manifestantes han muerto en las movilizaciones de protesta contra el Gobierno de Boluarte, nueve de ellos en las manifestaciones del jueves, cuando entró en vigor del estado de emergencia a nivel nacional.
El principal foco de tensión estuvo en Ayacucho, donde un grupo de personas invadió el aeropuerto arrojando piedras y bombardas, mientras los militares respondieron con bombas lacrimógenas lanzadas desde helicópteros y disparos de armas de fuego, lo que dejó 7 muertos y 52 heridos, según el reporte de la Dirección Regional de Salud.
Otros dos fallecidos en la jornada se registraron en la norteña región de La Libertad, cuyas vías de transporte fueron totalmente despejadas este viernes por las fuerzas de seguridad.
A estas nueve víctimas mortales se suman los seis fallecidos en días anteriores en el departamento sureño de Apurímac, otro en Arequipa, y uno más en La Libertad, desde que las protestas se recrudecieron este domingo en varios puntos del país.
Este jueves entró en vigencia el estado de emergencia decretado por el Gobierno a nivel nacional por 30 días para controlar los actos de vandalismo y violencia que se han presentado en las manifestaciones, mientras que también se ordenó el toque de queda en 15 provincias de ocho departamentos.
Los manifestantes exigen elecciones anticipadas, el cierre del Congreso y la convocatoria a una Asamblea Constituyente, así como, en algunos casos, la reposición en el cargo del expresidente Pedro Castillo, quien el jueves recibió 18 meses de prisión preventiva tras el fallido golpe de Estado que intentó dar la semana pasada.