Él es Sansón, el perro migrante golpeado por policías mexicano

Jueves 11 de enero de 2024.- Una familia de migrantes recorre México con la esperanza de llegar a Estados Unidos y hacerse ahí una mejor vida. Son tres los que persiguen el sueño americano: Aldo Salas, su esposa María y Sansón, su perro.

La historia de Sansón, un pitbull de un año y tres meses, se ha vuelto viral en días recientes. El perro se convirtió en el leal compañero de Aldo, un venezolano de 28 años y María, quienes emprendieron un viaje hace cuatro meses desde Venezuela hacia Estados Unidos.

A pesar de las adversidades, Aldo afirma que Sansón es parte fundamental de su familia, compartiendo cada paso en esta difícil travesía.

La odisea de Sansón y Aldo no ha sido exenta de desafíos. Al ingresar a México por Chiapas, Sansón fue brutalmente golpeado en la cabeza por policías locales.

Un policía le dio un palo, lo golpeo en la frente, para que soltara el perro y no lo solté, él me agarro de las piernitas y no se soltó, él nos cuida de noche, a donde nos vamos acostar, él está pendiente de nosotros, así nadie nos roba ni nos hace daño, es parte de la familia”, relato Aldo a un medio local.

Hasta ahora, Aldo, su esposa y Sansón han viajado en Tren, un medio crucial en su ruta hacia la frontera con Ciudad Juárez.

Yo me lo monto en el hombro y lo subo normal, me lo agarró en un brazo y lo subo al tren y él se queda quieto, no se mueve ni nada, le doy croquetas y cuando no tengo croquetas, le damos lo que nosotros comemos. No voy a permitir que Migración me quite a mi perro”, aseguró el migrante.

A pesar de haber sido golpeado por los policías, Aldo asegura que Sansón es muy dócil y niega que los perros pitbull sean agresivos por naturaleza. También aseguró que su perro cuida a otros migrantes que comparten su travesía.

Afortunadamente, Sansón recibió atención médica en un centro canino local.

Actualmente, la familia migrante se encuentra varada en Torreón, Coahuila, pues las autoridades locales impiden que Sansón suba al tren.

Determinados a superar este obstáculo, Aldo y María buscan alternativas para continuar su viaje sin separarse de su amado perro.