16 de julio del 2019.- Meggan, una joven enamorada del ejercicio, los cuerpo tonificados y los suplementos alimenticios, sufrió una muerte totalmente inesperada hace unos meses, cuando tenía apenas 25 años.
Según cuentan las redes sociales de la madre de un niño y una niña, el ejercicio y los batidos de proteína se habían convertido en sus mejores amigos aproximadamente a mediados de 2016. Lo que ella no sabía era que estos mismos elementos acabarían por completo con su existencia sólo unos meses después.
De acuerdo con Michelle, la madre de Meggan, ella llevaba mucho tiempo alimentándose solamente den carne roja, pollo y licuados de proteína, lo que al combinarlo con ejercicio, aparentemente daba resultados en su imagen, pero perjudica su salud sin que nadie lo sospechara.
Por extraño que parezca, todo apunta a que fueron los suplementos proteicos que Meggan bebía la principal causa de su muerte, pues a pesar de que cuando estaba en vida no le fue diagnosticado ningún problema, Michelle se dio cuenta que cada vez que su hija bebía uno, las manos le temblaban.
Como madre, Michelle advirtió a su hija sobre la posibilidad de que estuviera excediéndose tanto con su forma de comer como con las largas rutinas de ejercicio que realizaba. Desafortunadamente, la joven murió sólo dos días después de que su mamá le externara su preocupación.
¿De qué murió?
Meggan se desplomó en su casa y al día siguiente fue declarada con muerte cerebral en el hospital a donde fue llevada y en donde el equipo médico encontró que padecía de un defecto en el ciclo de la urea.
El ciclo de la urea es un proceso metabólico con el cual el hígado se encarga de transformar en urea el amoniaco que las proteínas aportan al cuerpo humano y luego de deshacerse de ella a través de la orina.
Cuando existen algún problema con este ciclo, las personas son intolerantes a las dietas altas en proteína ya que los aminoácidos se convierten en amoniaco libre que no puede filtrarse para ser expulsado del cuerpo y esta sustancia es altamente tóxica en la sangre.
Así que aunque probablemente no fue un batido lo que causó la muerte de Meggan, sí lo hizo el exceso de proteínas y la falta de exámenes médicos previos a los que debería haberse sometido para consumirlos.
Es por eso que Michelle decidió dar a conocer la historia de su hija, para alertar a otras personas y evitar que esto siga sucediendo, y al mismo tiempo exigir a las autoridades sanitarias que regulen esta clase de productos de venta libre.