México. 29 de octubre de 2020.- México llega a las 90 mil muertes por coronavirus en medio de un nuevo repunte de casos y los planes de algunos estados de implementar medidas más estrictas para evitar el colapso de hospitales y minimizar el impacto de la pandemia.
Según los datos más recientes de las autoridades de salud mexicanas, en las últimas 24 horas se han registrado 495 muertes por COVID-19, con lo que el número de víctimas mortales subió a 90 mil 309, mientras que los contagiados ya suman 906 mil 863.
Esto, a decir de especialistas, demuestra que México sigue en un descontrol de la pandemia. “Las autoridades no han sabido cómo mitigarla, frenarla, y continuamos en una curva ascendente que luce incontrolable”, dijo este jueves a Efe la maestra en Salud Pública, Carolina Gómez.
No obstante, las autoridades de salud han expresado en diversas ocasiones que la emergencia por coronavirus en México está controlada. “Vamos bien”, aseguró el 22 de octubre ante diputados el secretario de Salud, Jorge Alcocer, y apuntó que “pudo ser peor”.
Mientras que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha dicho en innumerables ocasiones que la pandemia “está domada”. Aunque esta semana admitió estar preocupado por el repunte de casos.
Siguen faltando pruebas
La gestión del combate a la enfermedad del presidente mexicano es considerada “irresponsable” por la oposición.
Para el doctor Xavier Tello, médico cirujano y consultor en comunicación en salud, uno de los principales errores que sigue arrastrando esta administración es la negativa a hacer más pruebas, lo cual, según su opinión, ayudaría a detectar más casos y rastrear contactos.
“Estamos navegando medianamente a ciegas”, expresó.
Detalló que en México todavía no sabemos a ciencia cierta cuántas muertes ha producido el SARS-CoV-2.
La falta de tests, pues México que tiene una de las cifras más bajas en el mundo de acuerdo con funcionarios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hace que los datos que da el Gobierno mexicano estén incompletos y eso también resta confiabilidad a las autoridades, consideró.
Exceso de mortalidad
Si bien la cifra oficial de muertos por COVID-19 ya alcanzó los 90 mil, la Secretaría de Salud detectó entre enero y septiembre de 2020 un exceso de la mortalidad del 37 por ciento, al registrar este año 193 mil muertes más de las esperadas.
Mientras que los cementerios de las zonas metropolitanas de México cuentan con 6,1 millones de fosas y tumbas, de las cuales un 83.3 por ciento estaban ocupadas y un 16.7 por ciento disponibles en el primer semestre, cuando hubo una sustancial alza de cremaciones, según informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con un estudio del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición y del Instituto Nacional de Cancerología, el 73 por ciento de los pacientes que han pasado por cuidados intensivos o han sido intubados, han fallecido.
Pese a que las autoridades argumentan estar preparadas para una nueva ola de contagios y muertes, con capacidad hospitalaria, Gómez aseguró que eso no garantiza nada.
“Tener disponibilidad hospitalaria lo único que demuestra es que la gente está muriendo en sus casas”, afirmó.
Según datos oficiales, la ocupación hospitalaria es en México de apenas el 33 por ciento de las camas generales y del 27 por ciento en las camas con ventilador (para enfermos críticos).
De acuerdo con Tello, en México cada paciente tarda en promedio en llegar al hospital 6.5 días por lo que la gente retrasa tratamientos o estos ya no funcionan, y por eso muchos tienen complicaciones o mueren.
Alerta en los estados
Pese a la falta de pruebas, y de acuerdo a datos de la Universidad Johns Hopkins, México es el décimo país con más contagios y el cuarto con más decesos.
Pero el avance de la enfermedad no impidió que la mayoría de los estados y ciudades del país empezaran a inicios de junio una gradual reapertura económica y social.
Eso llevó a una relajación en las medidas sanitarias por parte de la población muy evidente en las últimas semanas, que ha desencadenado un repunte de casos en algunos estados.
La semana pasada, el estado de Chihuahua se convirtió en el primer estado del país en volver al semáforo epidemiológico rojo, el de máxima alerta, debido a la alza de casos.
Por ello se suspendieron actividades y se aplicaron restricciones sanitarias y sanciones más drásticas ante su incumplimiento.
Mientras, en el también norteño estado de Durango, el gobierno estatal anunció una serie de medidas: el transporte público tendrá una ocupación máxima de 50 por ciento; la venta de alcohol se limitará a las 22:00 h local; y se cerrarán espacios recreativos, entre otras.
Además, en el occidental estado de Jalisco, a partir de este viernes entrará en funcionamiento el “botón de emergencia” con el que se suspenderán las actividades económicas, culturales, religiosas, recreativas y deportivas a partir de cierta hora.
“Es una responsabilidad compartida, porque ni la sociedad ni el gobierno han tomado esto con seriedad”, aseveró Tello.
Lamentó que actualmente todavía no exista una campaña nacional que advierta sobre la gravedad del problema y que no se haga obligatorio el uso de cubrebocas.
Anhelada vacuna
Una eventual vacuna contra el coronavirus ha sido motivo de esperanza en el mundo, que anhela contar con el biológico en invierno.
El 13 de octubre, el Gobierno de México firmó un acuerdo de precompra con los laboratorios AstraZeneca, Pfizer y CanSino para comenzar a recibir desde diciembre -en el mejor de los escenarios – y durante el próximo año cerca de 140 millones de dosis de vacunas contra la covid-19, siempre que se verifique su eficacia.
Además, este jueves, López Obrador firmó formalmente un pacto con la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) para comprar 384 claves de medicamentos para diversas enfermedades, pero también permitirá acceder al Fondo Rotatorio de Vacunas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Dicho fondo, incluye también la vacuna contra la COVID-19 con más de 51 millones de dosis que México había apartado ya para el 20 por ciento de su población.
Sin embargo, para el doctor Tello esto está lejos de ser la solución contra la pandemia.
“El hecho que tengas una vacuna no quiere decir que garantizará que todos se puedan vacunar”, expresó. Vacunar a millones de mexicanos será una labor titánica”, auguró.
Con información de EFE y López Dóriga Digital