Estados Unidos.- A 26 de Junio del 2019.- El día de hoy comenzó a circular la fotografía del cuerpo del migrante salvadoreño Óscar Martínez y de su pequeña hija Valeria, de 1 año y 11 meses, quienes terminaron sin vida al ahogarse en el río Bravo al intentar cruzar a Estados Unidos.
Todo comenzó cuando Óscar, su esposa, Tania Vanessa, y su hija llegaron a Matamoros, Tamaulipas, durante la semana pasada. De acuerdo con El País, tomaron la decisión de cruzar el río debido a la larga lista de espera para ser atendidos por la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
La mamá de Valeria contó que su esposo cruzó primero con su hija hasta la orilla. Tras llegar, dejó a la pequeña sobre el suelo firme, tras lo cual regresó para ir por ella. No obstante, cuando llegó a donde estaba, ambos vieron cómo la pequeña se lanzó hacia el agua. Al hacer esto la corriente la jalo y les dijo adiós.
Al instante, el padre fue detrás de la niña y logró agarrarla. Para no perderla en la corriente la metió en su camiseta; sin embargo, ya no los volvieron a ver con vida.
La mujer alertó a la gente que estaba en el lugar, tras lo cual acudieron fuerzas de seguridad de Matamoros, quienes emprendieron un operativo para hallarlos.
Al caer la noche se suspendió la búsqueda, y a la mañana siguiente se hallaron los cuerpos a 500 metros de donde fueron vistos por última vez.
Óscar tenía 25 años y trabajaba en una pizzería, mientras que Tania era cajera en un restaurante de comida china. El 3 de abril salieron de San Martín, El Salvador, con su hija, y llegaron a un albergue para migrantes en Tapachula, México.
Con información de La Palabra del Caribe, El País y CNN
Fotos de La Palabra del Caribe, El Heraldo de México y Ciber Cuba