Colombia., 13 de Noviembre del 2019.- Una cumbre clandestina de miembros del Cártel de Jalisco Nueva Generación en Colombia para definir nuevas rutas en el envío de cocaína hacia Estados Unidos, derivó en la captura de 10 narcotraficantes en esa nación sudamerciana y Venezuela.
De acuerdo con una investigación de Noticias Caracol, tras un año de investigación, la Fiscalía de Colombia en coordinación con agentes estadunidenses lanzaron el operativo Galeón para desarticular la red del Cártel de Jalisco Nueva Generación en Centro y Sudamérica.
La operación inició cuando el jefe de los miembros de esta organización criminal, alias Manny, regresó a México tras la cumbre en Bogotá con sus comunicaciones intervenidas, lo que permitió identificar al enlace de esa organización criminal en Colombia.
El colombiano Hamilton era el encargado, por el Cártel de Jalisco Nueva Generación, de conseguir desde Villavicencio las rutas, las aeronaves y los contactos en Venezuela, lo cual permitiera el paso de las avionetas cargadas con coca por el espacio aéreo del país vecino sin ser detectadas.
También se identificó Gino Alfonso Garcés Vergara, un capitán de la Fuerza Aérea venezolana, que recibía unos 250 mil dólares por entregar el código de ingreso aéreo de las aeronaves, y otros 250 mil dólares para no enviar los aviones de combate a presionar el aterrizaje o derribar los narcojets provenientes de México.
La ruta de la aeronaves contemplaba su regreso a Guatemala y Honduras. En este último punto, aviones de inteligencia grabaron el momento en que los paquetes de cocaína eran descargados, para posteriormente quemar la nave en que era transportada. Ante la alerta de la Policía Antinarcóticos de Colombia, las autoridades hondureñas junto con la Agencia de Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) lograron la incautación de la droga y la captura de El Negro, enlace del Cártel de Jalisco Nueva Generación en dicho país.
Tras su detención, fue extraditado a Estados Unidos, en donde a cambio de beneficios delató a la red del cártel mexicano que operaba en Centro y Sudamérica, lo que confirmó la participación del capitán venezolano y proporcionó la identidad de un segundo capo en Colombia.
Alias Rolex, dueño de ocho casas de cambio que operaban en Cúcuta, era el encargado de lavar el dinero, mediante la compra de propiedades como apartamentos y casas.
Con información de Milenio