Por el bien de México, TODO.
Vicente Fox.
Siempre he sido de la idea de poner a mi país y su gente primero, desde mis inicios en la política hasta hoy, que vemos pasar miles de personas por Centro Fox. Mi propósito ha sido claro: ser y trabajar para el prójimo.
Hoy sigo trabajando firme por mi país. Desde mi hogar, San Cristóbal, donde trabajamos en Centro Fox y Fundación Vamos México proyectos de liderazgo, filantrópicos y educativos. Así como en mis giras por el mundo, en las cuales presumo fuerte y con orgullo los logros obtenidos y con seguridad los retos que enfrentamos en México.
Insisto que no hay mejor promotor de una nación que un expresidente, ¿quién conoce mejor lo que necesita un país para salir adelante? A pesar de esto, mucho se ha hablado de mi pensión – que hasta hoy recibo de manera legal. Los ingresos que hoy tengo, se ven reflejados en las fundaciones y proyectos sociales que hemos estado operando por ya más de una década.
Mi postura es firme y segura: si es por el bien de México, con todo gusto, cedo mi pensión. Si representa que mi país tendrá un crecimiento significativo en sus fondos económicos, con todo gusto, renuncio a ella.
Cada día leo cientos de comentarios en redes sociales que me dicen de groserías, que afirman que soy millonario, que vivo como un jeque. ¡Ojalá, amigos, ojalá así fuera! Lo que sí es verdad, es que son muchos los retos que enfrentará el gobierno electo a partir del primero de diciembre.
Primero, el cumplimiento de todas las promesas de campaña. La primera ya se cumplió a expensas del pueblo mexicano, la cancelación del nuevo aeropuerto y por lo tanto una perdida de 120 mil millones de pesos, una estimación conservadora, porque habrá contratistas que seguro vayan a tribunales para recuperar su inversión. Además de los 60 mil millones que ya se han pagado, de los cuales 45 mil millones son imposibles de recuperar. Ven cómo de nada sirve presumir de austeridad, cuando se tira obra pública a la basura.
Para todo se ocupa dinero, se prometió ayudar a adultos mayores y para ello se requiere una bolsa de 12 mil millones de pesos. Misma cantidad para personas con discapacidad en situación de pobreza. 35 mil millones de pesos en becas para estudiantes de nivel básico,
Sin contar los 725 mil millones de pesos para pago de intereses de la deuda externa. Las participaciones federales a estados y municipios, que suman 703 mil millones de pesos. Los servicios personales en 2019, que representan 1 billón 252 mil millones de pesos – 443 mil millones de pesos más que el año actual. Bien por esa austeridad.
Si quitarme la pensión, ayuda significativamente a estos retos, ¡que mejor! O si ayuda a hacer la diferencia en el índice de pobreza extrema, ¡mucho mejor!
Manejar un país no es cualquier cosa, para eso se requieren personas capaces y con visión de futuro. No requerimos personas que manoseen el dinero de un lado a otro. El dinero público es de los mexicanos, de todos los que trabajamos para hacer de México – o al menos del hogar – un lugar mejor para nuestros hijos y para las futuras generaciones.
En fin, al parecer este gobierno electo está dispuesto a derrumbar lo ya exitoso, con tal de que lo nuevo, lleve su nombre. No importa si está mal, si está a medios chiles o de plano, es una locura. Algo que deberá aprender esta nueva administración es la diferencia entre administrar apropiadamente o desmantelar visceralmente.
No hay piedras en el camino, al contrario, estamos quitando las que encontramos desde nuestro andar. Mi compromiso jamás cambiará, con o sin pensión, será siempre el mismo: Yo seguiré trabajando desde Centro Fox por México y por su gente.
Vicente Fox.
Presidente de México 2000 – 2006