Ciudad de México, México. A 7 de Enero de 2022.- El internet suele dejar muchas historias virales, si tenemos suerte nos encontramos historias que parecen películas románticas, historias que te invitan a creer en el amor.
Este es el caso. Elsa tiene 72 años y sufre de artrosis en las rodillas. Rubén, de 75 años, hasta hace poco tenía dos trabajos que lo agotaban demasiado. Ellos son esposos y ellos cada fin de semana se olvidan de todo para viajar kilómetros y ponerse a bailar.
Todo comenzó con un coqueteo en su juventud mientras bailaban, cada quien con su pareja. Ese coqueteo volvía con cada fin de semana hasta que ocurrió lo que nadie podía evitar, se hablaron por primera vez teniendo al baile como su destino.
“Un día caminando por Lanús me lo cruzo, no me olvido más, vestía una remera amarilla. Decido acercarme y pedirle 2 pesos para el boleto de colectivo. Él me respondió: ‘¿Cuándo me los devolvés?’. Aproveché y le dije: ‘El día que me saques a bailar’”.Relato Elsa.
Hoy, 50 años más tarde, muchas cosas han cambiado a su alrededor: están casados, hay nuevas modas, nuevos bailes y nuevos ritmos pero su amor y talento para el baile siguen intactos. Mismos que demuestran cada fin de semana cuando ambos se adueñan de la pista de Mar de Plata.
“Desde hace quince años hacemos 400 kilómetros para venir a bailar. La rutina es siempre la misma, él termina su jornada laboral, comemos algo y salimos a la ruta. El sábado vamos a la playa, y cerca de las 14 estamos en la pista hasta las 20. Lo mismo ocurre el domingo. A la noche volvemos a casa”, detalla.
Sin buscarlo pero demostrando su amor en cada canción, la pareja se fue haciendo viral mediante videos en redes sociales. “Mi nieta un día me los mostró,; no lo podía creer porque nos conectamos entre nosotros y nos olvidamos del mundo. Es cierto que muchos se nos acercaron para felicitarnos”.
La pareja tuvo dos hijos de los cuales una lamentablemente murió a causa de cáncer. Ella se ha vuelto su motor e inspiración para seguir bailando cada fin de semana. Cada paso, cada canción y cada baile va dedicado al cielo.
“De la familia, era la única a la que le gustaba bailar, y amaba vernos en casa, siempre nos ponía música. Le bailamos al cielo, en su honor”
Información de Milenio